Desde dónde llega ese viento que agita tus hojas,
ese rayo de sol que hace que todo se ilumine,
quién lo ha escrito, quién ha escrito que será así,
que habrá luces duras para ti
y sombras espesas para mí.

Quién  ha imaginado todos mis fantasmas,
quién les ha dado el monólogo que repiten una vez tras otra.
Quién te ha enseñado a soñar así,
como quien respira,
sin pensarlo.

Quién te ha enseñado a vivir así,
sin tener que marcar con símbolos secretos
puertas que no quieres volver a abrir.
Quién te ha enseñado a caminar así,
sin dudar el paso, sin esquivar la mirada.

Quién me ha empujado a explorar los huecos que dejas,
a inventar bandas sonoras al ritmo de los sonidos
inútiles, cotidianos, inadvertidos
que provocas al atravesar tu casa.

Quién me ha enseñado a mí a inventarte
y, sin embargo, a ti quién te ha enseñado a vivir.

Hoy cambiará todo, las horas que tienen los días, todo, habrá un cambio repentino, imprudente, voluntario. No se preguntará, quién, ni porqué, ni necesitaremos saber el momento exacto. Pero habrá ocurrido. No te imaginaré más y tú, sin más, sin poder evitarlo, sin ni siquiera un forcejeo, sin una palabra que explique, dejarás de existir.

Puf, voilà tout, nada por aquí, nada por allá. Fin, fin, fin, fin, fin. En bucle.

No hay comentarios:

Publicar un comentario